Boeing comienza a pagar

Después de un inicio de año catastrófico para la fabricante Boeing, en el que no hay semana en que no se destape un nuevo escándalo en torno a sus aviones, la armadora estadounidense se ha visto obligada a comenzar a pagar por las pifias suscitadas en sus equipos.

Alaska Airlines es un caso emblemático, después del fatídico vuelo en los primeros días de enero, donde a un avión B737MAX-9 se le desprendiese la “puerta/ventanilla” tras el despegue. Un incidente donde fueron muy afortunados, tanto los pasajeros como la tripulación, gracias a la gran pericia de los pilotos, que lograron regresar y aterrizar con todos sanos y salvos.

Boeing le ha entregado a Alaska Airlines como “indemnización” la cantidad de 160 millones de dólares. Este pago es por orden de la Agencia de Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) ya que tuvieron que bajar de vuelo esos equipos, lo cual generó pérdidas económicas a la línea aérea.

Este es un primer pago, y están a la espera de una segunda compensación; sin embargo, ni la línea aérea, ni la fabricante Boeing, han revelado la siguiente cifra. Eso sí, en torno a este primer pago Alaska Airlines emitió un comunicado, informando además de la estrecha relación con Boeing:

Hasta el momento, las investigaciones realizadas por la FAA, arrojan que además de los múltiples problemas en el control de la calidad, y de las fallas en los procesos de fabricación de las aeronaves, se tiene estimado que tan solo en el primer trimestre del año Boeing ha perdido alrededor de 4 mil millones de dólares.

Lamentablemente para Boeing, las investigaciones del fiscal general del estado de Texas y del Departamento de Justicia de los Estados Unidos realizadas tanto a la armadora como a su “proveedor” u “outsourcing” Spirit AeroSystems, apuntan a que el foco está en las practicas incorrectas de ambas empresas, donde los estándares de calidad son cuestionables.

Y si a eso le sumamos la sospechosa muerte de John Barnett, no pinta para nada bien el futuro de Boeing. Sin embargo, Alaska Airlines no será la única aerolínea a la que la fabricante de aviones tenga que realizar un “resarcimiento” económico.

Las otras líneas aéreas que se vieron afectadas y que tuvieron que bajar sus equipos a tierra, también están formadas para recibir una compensación económica por parte de Boeing.

La empresa no deja de tener incidentes. El más reciente, el desprendimiento de la cubierta de un motor de un avión de la aerolínea Southwest, de un B737-800, durante la fase de aterrizaje, en el Aeropuerto de Denver.

Este nuevo incidente se suma al sucedido en el avión de Alaska Airlines a inicios de enero, y al desprendimiento de una rueda de un avión de United Airlines en plena carrera de despegue en un equipo B777, que se agrega a un descenso repentino en un B787Dreamliner de LATAM, donde 50 pasajeros salieron lastimados, tan solo por mencionar algunos.

Y por supuesto nuestro caballero águila, esto es Aeroméxico no se puede quedar atrás, y tiene todo el derecho de solicitar una compensación por lo días en que sus aviones tuvieron que ser inmovilizados, generándole pérdidas a la línea aérea.

En este espacio seguiremos muy de cerca esta historia, sobre la fabricante más importante de aviones de los Estados Unidos de Norteamérica, Boeing.

Columna de Ximena Garmendia en SDP Noticias

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