Atlixco, Pue.— La tristeza cubrió este martes las calles de la colonia San José, al sur de la mancha urbana. Tras casi dos meses de permanecer hospitalizada en la ciudad de Puebla, finalmente falleció María Esther, hija de don Claudio, el conocido y viralizado vendedor de gelatinas del municipio. La noticia corrió de boca en boca y se confirmó por el propio hombre de la tercera edad quien había hecho hasta lo imposible para salvar a la joven.
El dolor no sólo quedó en el seno de la familia, se extendió entre vecinos, conocidos y ciudadanos que, aun sin tratarla de cerca, habían seguido con atención su historia. Desde que se supo públicamente la situación económica, familiar y de salud de María Esther, decenas de personas de diferentes sectores sociales se unieron con aportaciones y muestras de solidaridad para apoyar a don Claudio.
María Esther, de apenas 23 años de edad, padecía una combinación de infecciones que agravaron las convulsiones que la aquejaban desde tiempo atrás. Hubo momentos en que la esperanza pareció abrirse camino: algunos médicos señalaban pequeñas mejorías que hacían pensar que la joven volvería a casa.
Quienes la conocieron recuerdan cómo, pese a sus limitaciones, buscaba ayudar a su familia elaborando muñecos de cartón, principalmente dinosaurios, que luego vendía para sumar un poco de dinero al ingreso del hogar. Era, dicen sus allegados, una muchacha alegre, con sueños sencillos y un gran amor por sus padres.
Este martes don Claudio viajó nuevamente de Atlixco al hospital de Puebla para realizar los trámites de la cremación. Posteriormente planea trasladar las cenizas de su hija para que sean veladas en una funeraria cercana al centro de Atlixco donde amigos, vecinos y ciudadanos podrán acompañarlo en su dolor.
"Yo solo quiero agradecer a todos los que nos ayudaron. No sé cómo devolver tanto cariño", alcanzó a decir el hombre en entrevistas previas, cuando todavía guardaba la esperanza de que su hija sobreviviera.
El caso de don Claudio y su hija generó un inusitado movimiento de apoyo en Atlixco. Personas anónimas circularon mensajes de aliento y oraciones en favor de la salud de María Esther.
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Foto: Cortesía
cdch
