De acuerdo con el Calendario Litúrgico, este domingo 30 de noviembre se celebra el 1er. Domingo de Adviento, el tiempo de preparación espiritual para el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios.
En la Celebración Eucarística de hoy, Monseñor Víctor comenzó dado un cálido saludo a los fieles, a los enfermos y a los que sufren.
Como primer momento dio una explicación del inicio del Año Litúrgico y bendijo la Corona de Adviento, símbolo de preparación para el nacimiento de Jesús. Explicó que su color verde significa la esperanza, la luz de las velas recuerdan que Jesús es la luz del mundo.
La Corona de adviento simboliza la luz y la esperanza, recordando la vida triunfará sobre la muerte.
En la primera lectura de hoy, el profeta Isaías relató el camino a la unidad de todos los pueblos, congregados por el Señor vivan en paz y alegría, mientras que en la segunda lectura San Pablo nos invita a vestirnos de la luz, lo que significa, revestirse de Cristo.
El Evangelio nos invita a estar a alerta para llegada del Señor, nadie sabe cuándo ni cómo será, pero nos pide estar preparados.
En la homilía, Monseñor reflexionó sobre la preparación para vivir el nacimiento de Cristo a través del adviento, que brinda la oportunidad para mejorar en muchos aspectos de nuestras vidas, es el momento de cambiar y ser mejores.
Las peticiones de la Misa incluyeron las intenciones del Papa León XIV, por el eterno descanso de quienes han muerto a causa de la violencia, por los jóvenes y por las familias.
Finalmente dio la bendición a todos los presentes y comentó que la Iglesia comienza un nuevo año litúrgico, dejando atrás el Tiempo Ordinario y dirigiéndose progresivamente a la celebración del Nacimiento del Señor.
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Foto Archivo
LMR
