En Puebla, las celebraciones del Día de Muertos se entrelazan con lo sobrenatural, gracias a leyendas que parecen tomar vida bajo la luz de la luna. Sitios como conventos, museos y panteones se convierten en escenarios donde lo inexplicable emerge del pasado para hablar con los vivos.
Abundan los testimonios de apariciones, susurros entre tumbas y sombras inesperadas que por años han alimentado el imaginario colectivo. Cómo se da con la figura que ronda el Museo de Arte San Pedro en el Centro Histórico, donde visitantes afirman escuchar lamentos de noche.
En el barrio de Xonaca, la legendaria Fuente de los Muñecos, se transforma en un escenario inquietante cuando la lluvia invita a risas y voces infantiles que parecen venir de otro mundo. También destaca el Panteón de San Francisco, uno de los cementerios más tenebrosos de la ciudad.
Además de estas leyendas tradicionales, usuarios poblanos en foros de internet han compartido sus vivencias personales, con algunos de ellos asegurando que por estas fechas en zonas como la colonia Santa María suelen verse por la noche espectros de otra época que piden ayuda a la gente.
Una vivencia que recientemente se viraliza en Reddit fue la de un chico poblano que trabajaba en el McCarthys del centro de la capital, y que dio a conocer que, tras instalar una ofrenda por la temporada, se presentaron una serie de apariciones y ruidos raros en el inmueble.
Estas historias que combinan tradición, arquitectura antigua y lo oculto refuerzan la idea del Día de Muertos como un puente entre los vivos y los difuntos. En Puebla, la festividad se intensifica porque lo ancestral, lo cultural y lo misterioso convergen en cada altar que es instalado.
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Foto: Homie Blog
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