Ricardo Morales
El estado de Puebla fue de los pocos estados gobernados por Morena que más o menos cumplió con las metas establecidas dentro de lo que fue el pasado proceso electoral para renovar al Poder Judicial.
En la entidad participaron con su voto más de 600 mil personas, lo que equivale al 11 por ciento del listado nominal vigente para la entidad, con lo que se convirtió en uno de los cuatro estados que más sufragios aportó en este controvertido proceso, después del Estado de México, la Ciudad de México, Veracruz y Puebla, fueron las entidades que más votos aportaron dentro de este proceso, aunque por supuesto, los porcentajes fueron mínimos y muy similares al promedio nacional de entre un 11 y un máximo de 12 por ciento, equivalentes a 13 millones de votos, según las cuentas de la presidenta Sheinbaum.
A expensas de que se confirmen las cifras oficiales por parte del INE, el estado que más voto aportó por lógica, debido al tamaño de su padrón, fue el Estado de México con un millón 480 mil votos, equivalentes al 11.56 por ciento de su listado nominal, seguido por la CDMX con un millón 180 mil votos y un porcentaje del 12.57 por ciento de participación, Veracruz con 756 mil personas que fueron a votar para el 12.5 por ciento y Puebla con poco más de 600 mil sufragios y un porcentaje del 11 por ciento.
Entidades como el vecino estado de Oaxaca tuvo mejor porcentaje y uno de los más altos del país con el 15 por ciento y 484 mil votos, así como Chiapas que aportó 487 mil sufragios en este proceso. Tabasco también igualó a Oaxaca con uno de los niveles más altos de votación, dentro de los estados gobernados por Morena.
Sin embargo, y algo digno de llamar la atención, fueron las cifras de participación dentro de este proceso, en donde la entidad que tuvo el nivel más alto de participación fue Guanajuato, gobernado por Acción Nacional, con el 22 por ciento, muy por encima de la media nacional y digno de estudiar el porqué de este fenómeno atípico a lo que se registró en el país.
La gobernadora Delfina Gómez, de Edomex, la jefa de gobierno, Clara Brugada, la gobernadora, Rocío Nahle, vapuleada en su elección local, el gobernador, Alejandro Armenta, así como Salomón Jara, de Oaxaca, y Eduardo Ramírez Aguilar, se puede decir que más o menos hicieron la tarea y se acercaron a las metas planteadas por la 4T, pero nada que se pueda presumir.
Sin embargo, aquí viene lo más interesante del análisis, es que ninguno alcanzó la meta de poder obtener una votación cercana al 20 por ciento de participación, que era el objetivo planteado.
Muchas cosas se van a poder argumentar, la lluvia en el caso de Puebla, el nulo interés ciudadano, la poca información sobre los perfiles, la poca información que la gente tiene sobre la importancia del poder judicial etc., etc., etc., lo cierto es que la maquinaria electoral de Morena no lució ni por mucho como ese fenómeno de masas que es.
Previo al pasado domingo, en una columna comenté que en 2021, cuando López Obrador llamó a la consulta para enjuiciar a los expresidentes, solo participó el 7 por ciento de los ciudadanos; mientras que en la revocación de mandato, elevó las cifras a 17 por ciento en 2021.
Algo está fallando en la maquinaria electoral morenista y en la operación de quienes habían lucido apenas hace un año como un aparato sin fallas y devastador como lo fue en su momento la “blitzkrieg” de los nazis al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
De llamar la atención también como en Veracruz en la elección a presidentes municipales en aquella entidad, participó el 49.98 por ciento de la población lo que representó algo así como 2 millones 990 ciudadanos, mientras que para la elección del poder judicial solo acudieron el 12.5 por ciento del listado nominal para un total de 756 mil personas, una diferencia del 37.5 por ciento.
Por supuesto que jamás se podrá comparar una elección en donde están en juego puestos de elección popular a una elección en donde se va a renovar al poder judicial, pero es muy interesante el poder analizar las cifras y los resultados de unos y otros.
El PT fue solo en Veracruz y disminuyó la fuerza electoral de Morena. Un fantasma rondó la elección de Veracruz y se ha convertido en miedo verdadero para Morena en las próximas elecciones.
Este tiene que ver con el peso que los aliados de este partido cobran cada vez más dentro del bloque oficialista y que necesariamente se va a tener que trasladar a más candidaturas y cuotas de poder tanto para el Verde como para el PT.
En este caso solo hablaremos del PT, quien en Veracruz decidió ir solo a la elección municipal y no solo hizo que Morena perdiera varias plazas, sino que pasaron de 12 municipios a gobernar 28, un salto gigante de 16 alcaldías, mientras que Morena yendo solo, nada más ganó 11.
La dirigencia nacional de Morena encabezada por Luisa María Alcalde trata de cubrir la debacle electoral de su partido en Veracruz, alegando que ganaron el puerto y la capital Jalapa, lo cual es cierto, pero perdieron múltiples alcaldías a manos de la oposición.
Lo cierto es que el menos en Veracruz, el PT ya hizo sentir su peso. A ver qué pasa en las próximas elecciones.
clh
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