Las Serpientes

Señales de alerta para Morena

Ricardo Morales

Ricardo Morales

Si bien, la elección realizada el pasado domingo para renovar al Poder Judicial no se puede comparar con ninguna otra en el país, lo cierto es que marca señales dignas de ser tomadas en cuenta por el nuevo “partidazo”, lo mismo que los comicios locales celebrados en Durango y Veracruz.

No se puede llamar “focos rojos” lo ocurrido en la elección del Poder Judicial, en donde la participación solo llegó al 13 por ciento, porque estaba calculado que habría un alto abstencionismo de casi 80 por ciento.

Las metas establecidas desde Palacio Nacional eran del 20 por ciento, por eso no se puede tampoco calificar como un éxito la operación de los gobernadores morenistas el pasado domingo, como lo comenté también ayer en mi columna, muy pocos cumplieron y a medias.

Lo que sí se puede señalar es que hay varias señales de alerta para el nuevo partido hegemónico, las cuales debe de procesar, tanto de la elección celebrada a nivel nacional para la renovación del poder judicial, como en los procesos locales celebrados en Durango y Veracruz.

La elección judicial deja precisamente varias señales, en el sentido de que si no están de por medio los programas sociales y sus beneficios, la gente no se va a mover, ni siquiera con toda la fuerza del aparato por cosas que no les importen.

Eso hace una gran diferencia entre las elecciones en donde están en juego los puestos de elección popular, principalmente los de presidentes municipales, gobernadores y presidente de la República y procesos como el del pasado domingo que nadie le importó, aunque no debió de ser así.

En 1997, Manuel Bartlett Díaz venía de una dolorosa derrota en los procesos electorales locales de 1995, en donde Acción Nacional le arrebató en ese entonces al PRI, los 30 municipios más importantes y con mayor población en el estado, incluida la capital.

Bartlett puso al frente del PRI a su entonces secretario de Gobernación, Mario Marín Torres, quien luego sería gobernador de Puebla y hoy está preso en el Altiplano y este a su vez, contrató al entonces joven mercadólogo, Javier Sánchez Galicia, quien puso en marcha una “campaña de miedo”, si el PAN gana te va a quitar tus derechos, a la salud, a la educación y así en diferentes temas, eso combinado con una muy fuerte operación política en tierra, destruyó a Acción Nacional en Puebla, partido que venía de la mejor votación de su historia, el PRI de ese entonces ganó los 15 distritos de la entidad. Moraleja, la gente solo sale a votar si están en peligro sus beneficios entre otras cosas y la misma estrategia usó Morena en 2024 y tuvo 36 millones de votos. El miedo es una gran arma de propaganda.

Algo más que debemos agregar de esta elección, el aparato morenista sin López Obrador no es el mismo, pese a quien le pese, sin López en la boleta y en los controles del poder, las cosas no son iguales, aunque a muchos nos les guste.

El peso de López Obrador es tal que, incluso su voto opacó al de la presidenta Claudia Sheinbaum, cosa que no creo que le haya gustado mucho a la mandataria, pero eso ya será tema de otra columna.

En el tema de las elecciones locales, si bien tampoco se puede decir que haya “focos rojos”, sí hay una muy fuerte llamada de atención para la nueva dirigencia nacional que encabezan, Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, el junior del expresidente López, quienes perdieron en Durango y en Veracruz. En esta última entidad, también hay una gran perdedora, la gobernadora Rocío Nahle, quien comienza a sentir el repudio de gobernar a una entidad en la cual no nació.

Para mí, uno de los principales aspectos es que Morena ya exhibió una de sus principales debilidades y de ahí se van a agarrar sus principales socios y aliados para chantajearlos y sacar mayor provecho.

El aparato morenista, soportado en los gobernadores, que no en el partido, es incapaz de ir solo a las contiendas electorales que se avecinan, necesitan y vaya que necesitan a sus aliados del Verde y del PT para ganar elecciones. Van a tener que pagar a precio de “oro” el ir en alianza en 2027.

Otra vez, sin López en la boleta o Sheinbaum, Morena no es nada, ya se había visto en 2021, pero la torpe oposición mexicana no lo entendió y tal vez no lo entienda nunca para nuestra desgracia.

Sin la fuerza de las coaliciones, es decir, sin el Verde o el PT, Morena se reduce a su mínima expresión y así se vio en Veracruz, en donde solos ganaron únicamente 11 alcaldías, la fuerza se las dio el Verde, por eso pudieron ganar el Puerto y la capital Jalapa.

La maquinaria electoral indestructible parece no serlo tanto si tiene que ir sola a la contienda, al menos esa es mi lectura y el PT, el malquerido PT solito ganó 28 alcaldías en el vecino estado, por eso andan engallados los petistas amenazando con ir solos en 2027, lo cual también es solo una bravuconada, pero Morena tendrá que pagar a precio de oro, una nueva alianza con estados fuerzas en dos años y ceder muchas posiciones.

La sartén por el mango, luego de estos procesos, lo tienen en sus manos las dirigencias del Verde y del PT, quienes podrán como lo hacían los vikingos o los piratas y bucaneros, negociar a precio de “oro” sus servicios.

Morena no es indestructible, pero difícilmente la oposición en México se va a unir y eso quienes tienen el control lo saben.

“El Yayo” Casas, vicepresidente de la Concanaco. Siguiendo las huellas de su padre, el empresario Eduardo García Casas, mejor conocido como “El Yayo”, tomará posesión de su cargo, como vicepresidente de la muy influyente Confederación Nacional de Cámaras de Gobierno (Concanaco), uno de los organismos empresariales de mayor abolengo.

El acto se llevará a cabo en la sede de este organismo en la Ciudad de México, ubicado en Paseo de Reforma.

“El Yayo” es el primer poblano en llegar a ser vicepresidente de este organismo. Enhorabuena.

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clh

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