Ricardo Morales
Ayer, el gobernador del Estado, Alejandro Armenta Mier, anunció que se buscará reubicar el teleférico, obra que se construyó en medio de la polémica, durante la administración del difunto mandatario, Rafael Moreno Valle Rosas.
El costo oficial de esta obra, la cual se construyó en el 2016, fue de 359.4 millones de pesos, cifra muy superior a lo que originalmente se había presupuestado, que era de 166.4 millones de pesos, lo que representó un incremento del 116 por ciento, cifra por demás escandalosa.
El teleférico se inauguró el 4 de enero de 2016 y funcionó de manera intermitente hasta el 2023, debido a la falta de mantenimiento y el costo de los mismos, lo cual, de acuerdo a la nueva administración, lo hace incosteable, al menos en la zona en donde actualmente opera.
Su recorrido en total dura 10 minutos de ida y vuelta, además de que recorre una distancia de 688 metros divididos en dos estaciones.
El recorrido original del teleférico propuesto por Moreno Valle era de dos kilómetros, del recinto ferial al barrio del artista; sin embargo, la oposición de los grupos conservacionistas y principalmente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), evitó que se llevaran a cabo los trabajos en este sitio.
Ayer el mandatario anunció que buscará que la empresa que se encargue de la construcción del cablebús, el cual correrá de la junta auxiliar de la Resurrección hasta Plaza Dorada, sea quien se encargue de llevar a cabo los trabajos de reubicación del teleférico de la ciudad, aunque no abundó en los detalles de en dónde se buscar trasladar esta obra.
¿En dónde quedaría mejor ubicado el teleférico? Mi propuesta inicial y la que se ocurre al momento es la zona de Angelópolis, en donde no habría problemas para los trabajos de construcción, al no tratarse de la zona de monumentos, ni considerada patrimonio cultural de la humanidad.
De hecho, un buen recorrido podría ser del Complejo Cultural Universitario de la BUAP al centro comercial y a las nuevas plazas y edificios que se construyen en esta zona, las más modernas de Puebla.
Por supuesto, habrá otras voces que digan que ahí no se puede ver nada más que azoteas y que podría no ser atractivo para las visitas, quizá, pero no tendrá los problemas que sí se tienen para ponerse en otros lugares.
Quizá otra zona podría ser del cerro de la Paz por toda la avenida Juárez, pero desconozco si puede tener problemas por parte del INAH en el paseo Bravo.
Será muy interesante el seguir el debate en torno a esta obra y el posible sitio en donde se podría reubicar el teleférico, cuyo costo de traslado de acuerdo a lo dicho por el mandatario, sería de 3.5 millones de euros, una cifra que, de acuerdo a lo señalado por Armenta, se busca lo absorba como parte de sus costos, la empresa que se haga cargo de la construcción y operación del cablebús.
Sin duda a Puebla le vendría bien el poder contar con un atractivo de este tamaño y no dejar abandonada una inversión millonaria.
Los grandes retos. Ayer se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente y Puebla, así como el mundo, tiene por delante que resolver grandes retos en esta materia.
El agua, la erosión de la tierra y el problema de la basura, son tres de los grandes retos que tiene por delante la administración de Alejandro Armenta, a la par de la seguridad y la generación de empleo.
El agua, como ya lo señalé, sin duda es el principal problema que enfrenta Puebla, ya no a futuro, en este mismo momento y ya lo vemos con el pleito entre social y político que se vive en el municipio de Xoxtla, el cual vaya que va a costar trabajo resolver.
Se debe buscar nuevas alternativas y fuertes inversiones para resolver el tema del agua, sea con o sin la empresa Concesiones Integrales.
El de la basura parece tener remedio, porque existe un gran interés por parte de muchas empresas por manejar los desechos de las ciudades, sin embargo, no va a ser fácil que las poblaciones se dejen ubicar los centros de confinamiento (rellenos sanitarios).
La deforestación la está combatiendo de manera eficiente el gobernador, quien es un apasionado de la reforestación y la siembre de árboles, aunque se debe de endurecer las penas contra quien provoque incendios y contra la tala clandestina, verdaderas pestes de este siglo.
El medio ambiente, su equilibrio y la forma en que se logre hacer sustentable con el desarrollo, dependen mucho del futuro de Puebla, aunque este tema sea poco valorado dentro de las agendas de los políticos.
clh
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