Fermín Alejandro García
Aunque faltan 24 meses para el próximo proceso electoral, en Huauchinango quien estaría empezando a mover “sus piezas de ajedrez” es uno de los caciques más temidos en Puebla, que es Ardelio Vargas Fosado, quien desde ahora ya busca que el próximo alcalde salga de su grupo político, luego de que contribuyó a la reelección del actual edil, Rogelio López Angulo.
Mucha sorpresa provocó en algunos círculos de la opinión pública de este municipio que, cuando apenas han transcurrido los primeros ocho meses del actual ayuntamiento, hace unos días se habría levantado una encuesta para detectar y medir el índice de aprobación de los actores políticos que estarían bien posicionados para competir en 2027 por la alcaldía de esta demarcación.
Aunque en realidad ese estudio demoscópico estuvo dirigido a medir las posibilidades de una sola persona: de Luis Gerardo Martínez Gómez, quien es el actual secretario general del ayuntamiento de Huauchinango.
Martínez Gómez tiene tres peculiaridades que explican por qué, desde ahora, ya se están calculando sus posibilidades de que en un par de años pudiera ser candidato a presidente municipal.
Primera: el actual secretario general de la administración municipal de Huauchinango es un incondicional de Ardelio Vargas Fosado.
Y por esa razón, el excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) –durante el gobierno peñista—ya lo trae en la mira para buscar colocarlo como el sucesor de Rogelio López Angulo, el actual edil que está por tercera vez en el cargo de alcalde.
Segunda: las dos primeras veces que López Angulo fue alcalde, en los periodos de 2008 a 2011 y de 2021 a 2014, Luis Gerardo Martínez nunca figuró en sus equipos de gobierno y no siquiera era alguien cercano al edil.
La incorporación de Martínez Gómez a la administración de López Angulo, en el segundo cargo más importante del ayuntamiento, se debe a un pago de “favores” a Ardelio Vargas Fosado.
Se dice que la contribución de Vargas Fosado fue fundamental para que Rogelio López Angulo se pudiera reelegir en 2024, luego de que decepcionó a mucha gente en su segundo mandato como presidente municipal.
Quien fuera un obscuro jefe policiaco, en el ámbito federal y del estado de Puebla, es quien habría ayudado a López Angulo a acercarse y ser aceptado en la 4T.
En 2021, Rogelio López Angulo compitió como candidato de Nueva Alianza y como rival de la 4T.
Tres años más tarde, el mismo personaje volvió a ser candidato no solo de Nueva Alianza, sino también fue postulado por Morena, el partido que antes combatía.
Al final, pudo repetir en el cargo gracias a la llamada “ola obradorista” que en 2024 todavía fue un factor dominante para que pudieran ganar muchos candidatos a alcaldes y legisladores que, sin el apoyo de la 4T, tal vez no habrían logrado triunfar en los pasados comicios.
Un dicho no confirmado, pero que se comenta mucho en Huauchinango, es que el apoyo de Ardelio Vargas no se redujo solamente en acercar a Rogelio López a Morena, sino que la habría ayudado con el financiamiento de la campaña electoral.
Por esa razón, al iniciar el actual trienio, el excomisionado del INE con “la mano en la cintura” pudo colocar a Luis Gerardo Martínez Gómez en la Secretaría General del ayuntamiento de Huauchinango.
Y dicen los enterados que ahora, Vargas Fosado le estaría “pisando los talones” a López Angulo para que salde los “favores” del pasado proceso electoral y contribuya a que su sucesor pudiera ser Martínez Gómez.
Tercera: una razón por la cual ya hay la urgencia de medir la popularidad de Luis Gerardo Martínez Gómez, es que no es querido, bien visto, por amplios sectores de la opinión pública de Huauchinango.
No porque sea un mal personaje, sino por una visión regionalista.
Según el currículum oficial del secretario general del ayuntamiento de Huauchinango es un hombre preparado académicamente y en la administración pública.
Es abogado, maestro en Gestión Pública y doctor en Sistemas de Justicia. Fue agente del Ministerio Público del fuero común, cuatro veces asesor legislativo –una en el estado de Puebla y tres veces en el Congreso de la Unión– y es empresario de un negocio familiar.
Pero, el gran inconveniente que tiene, por lo cual va a ser difícil que lo acepten en Huauchinango, es que ya fue dos veces alcalde del vecino municipio de Juan Galindo –Nuevo Necaxa–, entre los años 2008 y 2011, la primera vez, y la segunda entre 2014 y 2018.
Aunque Martínez Gómez recalca en el sitio oficial del ayuntamiento que preside que es “originario de Huauchinango”, entre la gente de ese municipio no gusta que haya sido alcalde de otra localidad. Eso le resta identidad.
Y esa una de las preocupaciones que, seguramente, han de estar presentes en los cálculos políticos de Ardelio Vargas Fosado.
clh
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