Fernando Maldonado
El dardo envenenado que salió desde una cuenta troll manejada por un grupo político incrustado en Morena, revelado ahora como enemigo del gobernador de Puebla, tocó una fibra sensible porque atentó en contra un plan ulterior con el empoderamiento de una nueva generación de servidores públicos que ya hacen política, y no es casualidad.
El ataque digital que padeció a finales de la semana pasada Gabriela Sánchez Saavedra, a quien en el ámbito deportivo se le conoce como “La Bonita”, campeona mundial del Consejo Mundial de Boxeo, no solo fue en contra de quien además es titular de la recién creada Secretaría de Juventud y Deporte, sino en contra de un proyecto político de Alejandro Armenta, el gobernador de Puebla.
Como la portadora del cinturón del campeonato plata del CMB, víctima del clasismo y machismo detrás de quienes administran la cuenta en X @LaAldeaPoblano y cuyos nombres están en el tablero de control político, hay una larga lista de muchachas y muchachos que desde diciembre pasado se ven con mayor frecuencia en la escena pública.
Las baterías que apuntaron la semana previa desde un fallido anonimato, no fue en contra de Sánchez Saavedra sino de un plan preconcebido que apunta a la generación de nuevos cuadros en un proyecto político a cuya cabeza está el propio mandatario y que por razones biológicas, tiene fecha de caducidad.
En efecto, existe una larga lista de jóvenes cuyas edades rondan entre los 22 y 30 años y que forman parte de una corriente de funcionarios y servidores públicos que incursionaron en la actividad política desde que Armenta hizo campaña por la gubernatura del estado, porque fue hasta la llegada del mandatario que se les abrió la oportunidad de incursionar en el ámbito político.
Es en esa lógica que se puede explicar la irrupción en al escenario de la vida pública a perfiles como Natalie López Hoyos, directora del Sistema de Información y Comunicación, egresada de la carrera de Comunicación por la Universidad Iberoamericana o Michelle Talavera, una joven de 22 años, responsable de Convenciones y Parques, dos de los rostros más visibles, pero no son los únicos.
Ahí está Alyne Toledo, egresada de la Universidad de Nuevo León y responsable de la Subsecretaría Jurídica del Gobierno del estado; Alexa Espidio, subsecretaria de la Juventud y diputada local suplente; o Emma Ponce, a cargo de la Coordinación Estatal de Transformación Juvenil, estudiante de la Escuela Libre de Derecho.
Figuras en ascenso en el equipo compacto de Armenta están José Ernesto Conde, en la Secretaría Privada quien junto con Carlos Iván Rodríguez Muñoz, entre otros, se encargan de responsabilidades de notable dimensión para el desarrollo de la agenda del mandatario. Rodríguez Muñoz, por ejemplo, está por terminar estudios universitarios y ya se le encomendó seguir con estudios de maestría para ascender en el ámbito profesional.
El desarrollo de nuevos cuadros en el ámbito público encaja en la línea de tiempo que el propio Alejandro Armenta posee en retrospectiva. Tiene 56 años de edad y a los 24 fue presidente municipal de su natal Acatzingo, cuando abrir espacios en la vida pública a esa edad era poco menos que imposible.
La ligereza con la que se soltó el comentario mordaz desde la cuenta de X la semana pasada ignoró el contexto amplio que explica la presencia de una deportista como Gaby Sánchez y la nueva generación de servidores públicos o sabiéndolo, decidió bombardear un proyecto político de largo alcance.
@FerMaldonadoMX
clh
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